La llegada de Fortuño a la gobernación se produce en un momento sumamente difícil. La crisis económica que arropa la isla será el mayor reto que enfrentará la nueva administración.La inminente falta de fondos para pagar la nómina gubernamental en cuestión de meses, y el posible colapso de la Reforma de Salud del gobierno son dos ejemplos de la gravedad del asunto.En ese sentido, tras juramentar hoy su cargo, Fortuño, así como sus asesores y miembros de gabinete, deberán trabajar arduamente para buscar alternativas reales que ayuden a encarrilar el país y rescatarlo del abismo fiscal en el que se encuentra.
En un evidente esfuerzo por cuadrar el Gabinete que desde esta semana debe entrar en funciones como parte del nuevo gobierno de Luis Fortuño, han regresado al servicio público una serie de personalidades que antes ya ocuparon puestos en administraciones del Partido Nuevo Progresista.
En lo que evidencia un claro contraste de generaciones, los profesionales nombrados para los cargos de las secretarías de Hacienda, Salud y Educación son evidentemente personas cargadas de experiencias y vivencias que pueden ofrecer la sabiduría y la mesura necesaria con que en esa etapa de la vida se suelen poder ver las cosas.
Tomó por sorpresa a muchos esos nombramientos porque si por algo se había caracterizado el nuevo Gabinete era por la juventud de los nominados. La falta de experiencia, producto de esa misma juventud, fue tema de discusión entre los diversos sectores que siguen de cerca la formación del nuevo equipo de profesionales que tendrá a su cargo enderezar el rumbo del País, por cierto, sin dinero en las arcas de Hacienda.
Esta próximo a darse a conocer cuál será el plan económico que impulsará la nueva administración gubernamental, una discusión que precisamente ayer incluyó al liderato sindical del País. Con ese norte trazado tendrán que trabajar los más jóvenes y los más experimentados.
El detalle es que las agencias más conflictivas, con retos más grandes, tanto económicos como organizacionales, estarán precisamente en las manos de Jaime Rivera Dueño, Carlos E. Chardón y Miguel Cordero.
Asimismo, es menester del nuevo Gobernador y la nueva Legislatura, incluyendo mayoría y minoría, trabajar para devolver al pueblo la confianza perdida durante los pasados años en los que las diferencias político partidistas impidieron realizar el trabajo esperado.Los electores que le otorgaron a Luis Fortuño y al Partido Nuevo Progresista la abrumadora victoria en los comicios de noviembre pasado estarán muy pendientes al desempeño de la nueva administración. El camino por delante no será fácil. Confiamos en que los funcionarios electos descargarán su responsabilidad y no defraudarán al país.
El éxito de estos valientes funcionarios estará seguramente definido en gran medida por el apoyo del nuevo equipo gubernamental, pero también jugará un papel importante el servidor público de carrera que conoce al detalle sus funciones, que está consciente de lo importante que será para el futuro del País ser parte del nuevo esfuerzo por salir adelante, una misión que en estos momentos todos deben asumir como suya, dejando de un lado rencores políticos y faltas de entusiasmo para lograr el progreso.
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